Pon las yemas de huevo en un cuenco y bátelas con una batidora de varillas. Cuando quede poca mantequilla en el cazo la vertemos con bastante cuidado para que no caigan los pasos blancos que quedan en el fondo. Probamos y si es necesario añadimos más sal y/o pimienta, y sostenemos a baño maría hasta el día de hoy de servir. Aquí la técnica es tan primordial como la calidad de los elementos que vayamos a usar.
En ese sentido debo ser realmente beneficiada pues tal como la mayonesa clásico se me cortaba mucho más veces de las que me salía bien antes de cogerle el punto, la salsa holandesa siempre me ha salido bien a la primera. Se ve que con el temor a que no salga me concentro considerablemente más y en el final termina saliendo bien. La salsa de holanda, al igual que la mahonesa casera, puede perdurar entre 2 o 3 días en la nevera. Una vez pasado ese tiempo, se recomienda no consumirla por prevención. Pese a llamarse “holandesa”, hablamos de una receta tradicional de la cocina francesa, siendo entre las 5 salsas mucho más esenciales de esta cocina.
Añadimos un tanto y batimos a fin de que se incorpore a las yemas. Ponemos a calentar la mantequilla en un cazo. Calentamos a fuego moderado, sin eliminar, sencillamente dejamos que la mantequilla se vaya fundiendo. Es esencial no eliminar a fin de que el suero se pose en el fondo del cazo. Receta con explicación descriptiva y fotografías de cada uno de los procedimientos que se deben llevar a cabo para elaborar un tradicional de la cocina francesa, salsa de holanda.
Preparación De La Salsa Holandesa
Y de esta forma hasta integrar toda la mantequilla clarificada. En el momento en que hayamos terminado añadimos la sal y, opcionalmente, pimienta blanca molida al gusto. Yo no lo he puesto pimienta porque lo que suelo usar es mezcla de pimientas y no quería “ensuciarla”. En primer lugar, clarificamos la mantequilla.
Si se te corta la salsa, añade un poco de agua templada y regresa a batir. Si no marcha, prueba a batir otra yema y también incorporar después la salsa cortada. Recibe un correo electrónico semanal con las nuevas recetas de rechupete. Debemos tener en cuenta que ha de servirse caliente o templada. No valdría dejarla lista de una día para otro ni de la mañana para la tarde, debe ser exactamente en el instante en que se prepare el plato.
De Qué Manera Hacer Salsa Holandesa
En el momento en que hemos clarificado la mantequilla dejamos que se atempere tenuemente. Además de aportarnos proteínas, el contenido graso de esta salsa es elevado en tanto que, tanto la yema de huevo como la mantequilla, poseen enormes proporciones de grasa. Por tanto, no es aconsejable abusar de ella.
A la hora de dejarla lista, se puede utilizar la técnica del baño María, lo que estimula la capacitación de la salsa al sostenerse las yemas de huevo a una temperatura correcta. En cualquier caso, en el vídeo que acompaña a esta receta os muestro que también se puede realizar sin la aplicación del baño María. Personalmente me agrada hacer uso de una varilla manual porque de esta forma controlo mejor el desarrollo , pero sentíos libres de emplear una batidora eléctrica, con la que también se consiguen excelente resultados.
Cómo Servir La Salsa Holandesa
Buena técnica y buenos elementos igual a una salsa de holanda exquisita. Conforme vamos incorporando la mantequilla la crema irá engordando, quedándose en una crema fina. Ten presente, que debemos parar antes de que entre el suero que se había quedado en el fondo de la jarra. Tenemos que conseguir dar a esta salsa una rigidez espumosa, mucho más ligera que la mahonesa.
Recibe un dirección de correo electrónico semanal con las nuevas recetas y recomendaciones de rechupete. Se llama de esta manera a la salsa holandesa a la que se le añade nata montada en el instante de servirla a fin de que tenga una textura mucho más ligera y espumosa. Se hace con zumo de naranja en vez de zumo de limón. Al llevar a cabo la salsa, como es muy delicada, es posible que se logre cortar. Es instante de probar y rectificar de sal y pimienta si fuera preciso.
Y reservamos la salsa hasta el día de hoy de ser útil o de su utilización. La cubierta blanquecina del fondo la desecharemos en el momento en que vayamos a usar la mantequilla. Por otro lado, es una slsa que también se utiliza para realizar otras como la salsa noisette, la bearnesa o la muselina.